sábado, 23 de abril de 2011

La chufla del abejorro Ruiz Mateos

En los papeles serviciales se leía hace un año que la nueva abeja retomaba el vuelo. Su Conde de Montecristo de andar por casa, Ruiz Mateos de disfraz y sacristía, hacía renacer su imperio empresarial frente a las peripecias padecidas, víctimas de un saqueo caprichoso del primer gobierno socialista.
Megalomanía y diligencia estafadora, da como resultado una cautivadora capacidad emprendedora que moltura obediencia, trabajo y conciencia de los demás. Don José María gozaba a lo grande de esas virtudes y laboriosidad de abeja, en “la España de charanga y pandereta…”.
 Visto para sentencia el despojo, el buen actor de Rumasa  cambio sus trajes  de mister sherry en la City para sacarnos parte de su fondo de armario;  y lo vimos ataviado de supermán botarate,  presidiario de zarzuela, nazareno de carga y descarga... Leche a Boyer, tartazo de su primogénita Paloma a Isabel Preisler, y doña María Teresa a regir los destinos del Rayo Vallecano, para que no cese el rayo.
Pero la abeja reina retomó el vuelo puso a obreras y zánganos a laborar para su panal familiar, y creció con ese aire de desafío de quién se le queda pequeño el planeta de su osadía. Nuestras escuelas de picaresca que mereció metáfora y héroe, no nos vacunó  del aguijonazo de tan tenaz insecto social.
Los Ruiz Mateos en plena crisis nos ofrecían unos beneficios que abrían el apetito de la codicia, en vigilia forzosa; sus devotos incautos picaron porque con esta familia lo de picar y hacernos picar, es su esencia, la del campo jerezano siempre en batallas entre la pica a caballo y  el pitón de toro.
El Opus Dei no practicó con la familia la lealtad debida en sus horas bajas de penuria, vilipendio y presidio, por eso el clan siempre tan creyente del credo de marca, donó a los legionarios de Cristo seis millones de euros para que siembren sus sepas distinguidas de devoción entre los jerezanos. Esperando que los legionarios, más novios de la muerte, no abandonen a sus patrocinadores en su nuevo Gólgota.
El nuevo imperio Rumasa que contraatacaba, tiene varia empresas en concurso de acreedores, leemos con alarma la crítica situación por la que pasan sus trabajadores, clientes,  socios, acreedores y dueños de pagarés. Ante la que se le viene supermán Mateos, familia en ristre, nos anuncia que están dispuestos a vender hasta sus viviendas, panales  de miel incluidos, antes de dejar una cuenta pendiente.
Don José María hace oficios de creyente para no quitarse la vida, aunque hace olvido de que sus malas prácticas empresariales tenían leyes que cumplir, y  dictados morales que respetar. En los artículos de Leopoldo Alas “Clarín”, sobre la situación de hambre y miseria de la Andalucía de finales del XIX, hacía una oportuna y leve reflexión sobre el nacimiento de la guardia civil contra el bandidaje y los levantamientos campesinos, y que debiera haber tenido también entre sus objetivos poner orden contra los terratenientes que no tenían reparos en sus abusos.
El asunto es muy serio, nos dará muchas sorpresas, hay mucha fe ciega maltratada por esa chufla de abejorro Ruiz Mateo ¿Quiénes serán los culpables esta vez de sus lamentables atropellos?
Curro Flores
28 de febrero de 2011











No hay comentarios:

Publicar un comentario