sábado, 23 de abril de 2011

Convención de convencidos

Los talentos en la orientación mediática, maniatados por la angustia de ofrecer algo nuevo, nos han subyugado  con el abrazo de Aznar y Rajoy. Durante bastante tiempo nos ofrecieron los desplantes entre impopular sucesor y el suceso ex presidencial. Ahora, todo sea por la ida en cascada sidrera de los seguidores asturianos de Cascos, nos hacía falta una imagen de unidad.
De la celebración de las convenciones, amén del factor propaganda, siempre se busca alguna novedad que trascienda. En Sevilla los populares han desbordado los márgenes del Guadalquivir en ocurrencias: el abrazo, el largo  aplauso a Camps, el cambio de decorado, la homilía incendiaria de Mayor Oreja contra la ley del aborto, recorte de las pensiones a los diputados; pero sigue con los sueldos Cospedal, españolismo de zarzuela, y vapuleo a ZP.
De aquí al 22 de mayo, municipales y parte de las autonómicas al canto, se nos anuncian por doquier un sin número de convenciones de chupa de domine. Esta  vez entre bastidores no estarán los gurtelianos como coordinadores del entramado escenográfico ¿qué nos deparará el futuro? Espero que no  se conforme un ejército de logreros en clase business  ¡Ojalá que no!
La madrugadora candidatura del Psoe para gobernar el ayuntamiento de Málaga, con María Gámez,  me ha dado la hora de las municipales y la buena nueva; la convención de los convencidos  populares, me ha puesto a sonar el ruidoso despertador de su campaña.
Durante estos días se está fraguando las candidaturas municipales, he vivido algunas veces esa experiencia, como la de hacer los programas electorales, les ahorro anecdotario tan amplio y prolijo que me pasa por la cabeza, pero no quiero dejar de romper una lanza por la ilusión y decencia de intenciones de todo lo que he conocido en el mundo municipal. Esto contrasta con las páginas que me desayuno de los juicios cercanos que laceran la inmensidad de biografías extraordinarias de servidores públicos que han dado muestras de gran integridad en los municipios que han gobernado.
Al alimón de la capacidad de los candidatos, los ciudadanos formarán en el día a día su gestión, y, malo del que no lo consiga. He conocido demasiados discursos excelentes que situaban  la ciudad en un marco cobaya de ilusiones, de ideas y proyectos, pero he visto una realidad ciudadana  tenaz que arremolinaba lo intangible.
Si nos encantó don Enrique Tierno es porque puso palabras excelsas a la ilusión de los modestos; si nos sedujo Maragall es porque supo embarcar a toda Barcelona en la carrera olímpica. Pero desde el califato de Julio Anguita al chotis de Álvarez del Manzano hay muchas horas incógnitas de esfuerzo cercano con los vecinos, hay un desconocido tránsito de cables y tuberías nuevas, de toneladas de asfalto, del paso de los ciudadanos de la condición de humillantes como los conocimos con su carnet de pobre a los primeros departamentos de servicios sociales.
A mí me molesta que se hable de política con mayúsculas, no porque no soporte las buenas intenciones de los que usan esta expresión, pero entiendo que la palabra política en su mejor esencia es suficiente, siempre que se acompañe con decencia. Hay mucha de esa política con dignidad y ejemplaridad que espera el ciudadano que ocupe la tribuna dónde coloque a sus munícipes.
Curro Flores
24 de enero de 2011


















No hay comentarios:

Publicar un comentario