sábado, 23 de abril de 2011

Por defectos de celo


    Después de los escándalos provocados por los contratos menores en el Ayuntamiento de Málaga, alguien dispuso escenificar una metodología de contratación que elevara el listón en el cumplimiento de las normas. Lo venial se entramó con moralina de mortal para aparentar más garantías, e incluso poner brida a los desafueros. Pero parece, como he leído, que al elevar el listón la concejala doña Teresa Porras ha sido tan lista que ha pasado el registro sin tocar larguero, es decir por lo bajini. Así que el exceso de celo, que se preconizaba el equipo de gobierno popular, después de la tormenta que dió lugar a la dimisión de uno de sus concejales, lo convierten en un galimatías de efectos sonrojantes, y unos usos administrativos que ponen en evidencia lo peor de lo menor, la mayor. Al menos de lo leído y no contestado, se deduce un impreciso papeleo de adjudicaciones entre empresas del mismo dueño que, con vocación super emprendedora las creaba; como declaró Roca al juez, “yo constituía las sociedades para cuando se presentaba la ocasión”. Como era previsible el Alcalde ha salido en defensa de su concejala, y con la sapiencia de aquel que lleva requetetrienios en la tarea pública, la que le faltó para abstenerse en la recalificación de los terrenos que le concernían familiarmente, ha sentenciado que no hay caso, porque era facultad de la concejala la adjudicación directa de los servicios en cuestión. Siguiendo con las obviedades, el equipo de gobierno municipal popular le ha denegado a la oposición la propuesta a Pleno de crear una comisión que aclarara los aparentes desaguisados en las adjudicaciones denunciadas.
    Periódico denunciador, alcalde, concejala, populares y oposición municipal están enmadejados en el “affaire”. Presumo que con tantos actores al final se sabrá la verdad, sobre la legalidad, responsabilidad o no de la concejala y demás vericuetos del caso.
    Pero, para mi sorpresa y la de tantos, un grupo de vecinos y vecinas irrumpieron en el pleno municipal disfrazados de enlutados dolientes, en horario de funcionarios municipales, algunos al parecer los eran, defensores de doña Teresa mostrando su solidaridad con la concejala por los furibundos ataques que venía recibiendo. Ni que decir tiene que la pantomima estaba preparada por los entornos de la concejala, y que algunos concejales populares lucían lazo para la ocasión.
    En nuestros años de gobierno municipal socialista en la ciudad de Málaga, he vivido situaciones muy singulares del público asistente a los plenos, algunas tocando lo más grotesco. Lógicamente la mayoría eran manifestaciones contra algunas de las medidas que se iban a aprobar, rara vez, salvo el primer día de constitución del ayuntamiento democrático hemos sentido el calor de los propios: nos hubiera dado vergüenza provocarlo.
    Este juego bochornoso, del que se saben responsables algunos miembros del partido popular, trabucando gobierno y protesta, ciudadano y funcionario afecto, carnaval y cuaresma, más que defensa ingeniosa, se ha constituido en ofensa bochornosa a los valores de la democracia municipal. Pena que ya es tarde, podían haber presentado estas imágenes en el video que se elaboró para conseguir la candidatura de Málaga como ciudad europea de la cultura en 2016, surrealismo barato aporta ¿Podrá el alcalde poner orden en su grupo en el tramo final?

No hay comentarios:

Publicar un comentario